En cumplimiento del vértice 6, Comunicación y Cultura, de la Gran Misión Venezuela Mujer y con el apoyo del presidente Nicolás Maduro, el gobernador Rafael Lacava y la Dra. Nancy de Lacava, Primera Combatiente de la entidad, se llevó a cabo un viacrucis viviente para escenificar la pasión y muerte de Jesucristo, como parte de la programación de Semana Santa.
Este jueves, al anochecer, las áreas externas del Museo de la Cultura de Carabobo recibieron a cientos de feligreses, quienes rememoraron, con mucha devoción y amor, el recorrido que relata los distintos episodios de la Pasión de Cristo, desde la primera estación “Jesús es sentenciado a muerte”, escenificando las demás estaciones hasta llegar a la XIV: “Jesús es sepultado”.
Nathaly Bustamante, secretaria de cultura de Carabobo, indicó que durante la Semana Mayor se desarrollan actividades culturales y religiosas para disfrute de toda la familia, contando, como en este caso, con el apoyo de la ministra del Poder Popular para la Mujer, Equidad e Igualdad de Género, Dhelys Álvarez, con los alcaldes y alcaldesas de la entidad y demás entes vinculados al sector.
“Estamos muy felices al recibir en estas instalaciones, recuperadas por el gobernador Rafael Lacava, el Viacrucis de nuestro Señor Jesucristo, en este día tan especial para todas las personas religiosas del país que nos visitan y de todo el estado Carabobo” agregó Bustamante.
Asimismo, Francis Vielma, viceministra de Desarrollo Productivo del Ministerio del Poder Popular para la Mujer e Igualdad de Género, expresó que fue “un espacio de reencuentro para la familia venezolana, como lo ha instruido nuestro presidente Nicolás Maduro esta semana de reflexión y de compartir con la familia”.
Una tradición de años
El viacrucis viviente es una manifestación en la que confluyen la fe, la cultura y la organización popular en muchos lugares de nuestro país. Algunas de ellas tienen décadas de historia y su práctica ha pasado de generación en generación.
Las primeras representaciones de este “camino de la cruz” se hicieron en Cumaná y Coro (donde se ofició la primera misa frente a una cruz de cují). De estas ciudades irradiaría la evangelización y con ella, sus tradiciones al resto de Venezuela.
Asimismo, invita a reflexionar sobre el dolor y el sufrimiento en el mundo, y cómo se puede contribuir para hacer un cambio positivo. Al igual que Jesús llevó su cruz, demuestra que cada individuo tiene sus propias cargas y desafíos en la vida.