(Alcaldía de Libertador)- La matriarca de la casa, Ana María Hernández, la que lleva la voz en la sampablera cuando se forma la fiesta. Ella, una mujer de piel morena, de energía vibrante, relata cómo se ha mantenido el tradicional Joropo con Violín o Joropo Carabobeño por más de 170 años en el municipio Libertador, y cómo su familia ha promovido esta expresión cultural desde hace más de medio siglo mediante su agrupación “Tacón y Cuerdas”, desde la comunidad La Pica, ubicada en la parroquia Independencia.
Los recuerdos la llevan hasta su niñez, para revivir esa hermosa experiencia en la que sus padres la enseñaron a bailar al ritmo de estos alegres tonos. “Los niños de mi familia a los seis meses ya están zapateando, por lo que llevamos esta tradición en las venas. Desde muy temprana edad participamos en actividades culturales como: El Velorio de la Cruz de Mayo, Los Santos Aparecidos, Los Galerones, pagos de promesas, entre otras”.
El nacimiento de lo distinto
Ana, explicó que este compás es un baile de salón elegante, donde las parejas ejecutan sus pasos y figuras. Ella, cuenta que en su casa nació en medio de las y reuniones de vecinos en los patios de las casas, donde los hombres se juntaban a conversar y a disfrutar de esa buena música que ellos mismos componían. Las mujeres para la época se ubicaban dentro de las casas a escuchar los cuentos de aquellos personajes, quienes nunca imaginaron que cada vez que cogían su violín, cuatro y maracas para amenizar la reunión, ellas eran invadidas por el ritmo y las ganas de bailar.
“Siempre esperaban que alguno de estos caballeros las invitara a bailar, pero casi nunca sucedía, por lo que empezaron a zapatear entre ellas mismas. De allí la expresión de que –El joropo se zapatea porque la mujer lo zapatea-”, comentó Ana.
Este baile se desarrolla en parejas, recorriendo el espacio en sentido contrario de las agujas del reloj, y siguiendo los pasos de zapateo, escobilleo y balseo, con la particularidad de que en el mismo, las mujeres tienen mayor protagonismo, a diferencia del joropo llanero, donde sólo van haciendo la semejanza del escobilleo.
Música para todos los rincones de Libertador
La agrupación “Danzas Folklóricas Nacionalistas Tacón y Cuerdas”, se creó con la firme intención de rescatar, a través del baile a todos aquellos jóvenes de Libertador que empleaban su tiempo en el ocio. Actualmente tienen una matrícula de 45 niños y niñas.
Ana explicó que esta escuela nació como un proyecto familiar, al que en poco tiempo se sumaron algunos vecinos, quienes tenían como prioridad enseñar la importancia de las tradiciones a los niños y niñas, además de contribuir con sus procesos de formación mediante la danza.
“Nuestra parroquia Independencia es un lugar hermoso, lleno de gente alegre, con valores, con un carisma único que siempre hemos querido sacar a la luz, multiplicando la cosas buenas que nos caracterizan, la cultura es una de ellas”, destacó.
Con palabras cargadas de inmensa satisfacción, la señora Ana afirmó que el compromiso de Tacón y Cuerdas es llevar su música a cada rincón de Libertador, impartiendo talleres en las comunidades e instituciones educativas, en las que aprovechan para invitar a cada joven libertadorense a querer lo nuestro, a rescatar esa cultura, raíces y tradiciones que se han ido olvidando con el pasar del tiempo.