Diablos Danzantes de Corpus Christi.

Cada noveno jueves después del jueves santo, se muestra en varios rincones de Venezuela una manifestación celebrada desde la mitad del siglo XVII, donde lo humano se esconde con lo divino, y lo divino se hace humano. Es el pago de promesas celebrando el triunfo del bien sobre el mal. En los estados Miranda, Vargas, Aragua, Carabobo, Cojedes y Guárico, se presenta esta tradición como una de las más representativas de la nación.

En Carabobo específicamente en Patanemo se encuentra una de las cofradías más antiguas de Venezuela la cual data del año 1721 y en San Millán que se manifiesta desde el año 1827 pero fue en el año 1973 donde se rescató a la manifestación. Estas comunidades de Puerto Cabello muestran aspectos del mestizaje racial y cultural. Ademas existen las Cofradías de Los Diablos de Canoabo, San Diego y Guacara. La veneración al Corpus por parte de los Diablos Danzantes Carabobeños está representada con símbolos como las máscaras de los diablos, las cuales en el caso de Patanemo son elaboradas 2 meses antes del día del Corpus con similitudes a animales como peces, perros, cochinos, pericos y dragones y en San Millán son mascaras con gestos grotescos. Los trajes son coloridos y estos llevan una contra para la defensa.

A todo esto se le suma la música y la danza, la cual presenta símbolos que solo el que los conoce sabe que significan. Todos los diablos llevan una maraca en la mano derecha, instrumento aborigen que es utilizado para ahuyentar el mal. Las cofradías están dirigidas por un capataz o diablo mayor y este a su vez tiene asistentes que lo acompañan. Ademas del arriero de los diablos y La Sayona, simulando ser la madre de ellos. En el caso de Los Diablos de San Millán, son dirigidos por tres capataces, los cuales ofrecen una guía espiritual pero no se diferencian de los otros diablos y además esta cofradía no tiene jerarquías sino que los capataces son elegidos por años de dedicación y trayectoria. Esta manifestación fue nombrada como Patrimonio Cultural Inmaterial de La Humanidad por la UNESCO en el año 2012, reconociendo a las cofradías de Yare (Miranda), Naiguata (Vargas), Ocumare de La Costa (Aragua), Chuao (Aragua), Turiamo (Aragua), Cuyagua (Aragua), Cata (Aragua), Patanemo (Carabobo), San Millán (Carabobo), Tinaquillo (Cojedes), San Rafael de Orituco (Guárico).